miércoles, 15 de mayo de 2013

El casi todo o el casi nada



Ayer supe, tarde, que podía ver el Arsenal - Wigan por Gol Stadium. Así que llegadas las 20:45 conecté mi portátil a la TV y me dispuse a ver el partido. Era un partido agónico. Si Wigan no ganaba ya era equipo de League Championship, pero si el Arsenal no ganaba ya no dependía de sí mismo para jugar la siguiente temporada en la Champions League. Y van 15 temporadas consecutivas que no falla a la cita.

Tenía dudas. No sabía a quien animar. Quería que el Arsenal pudiera llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para conseguir la cuarta plaza y que los Spurs se quedaran a las puertas de la Champions. Pero quería, aún más, que el Wigan consiguiera la victoria para, ellos también, depender de sí mismo en la última jornada ante el Aston Villa, sin Benteke, y dar OTRA gran alegría a sus aficionados después de la gran gesta de derrotar al Manchester City en la final de la FA Cup en Wembley.

La menor calidad individual de los jugadores del Wigan frente a los jugadores gunners era algo que quedaba superado gracias a la enorme inyección moral que supuso ganar el primer título para la hinchada, pero los primeros minutos fueron del Arsenal. Fueron del Arsenal hasta el gol de Podolski a la salida de un córner. A partir de ahí, y como suele siendo habitual, el Arsenal bajó el ritmo y el Wigan empezó a jugar y combinar como acostumbra. En el último minuto de la primera parte Maloney marcó un golazo de falta que daba esperanzas a los latics.

Pero la segunda parte fue un festin gunner en toda regla. Wigan buscaba el segundo gol que casi consigue con una jugada de Koné que Szczesny despejó. Además, Koscielny ayer estuvo infranqueable, cortando cualquier ocasión de peligro y muy bien situado durante todo el partido. Las bajas del Wigan eran notables, y Espinoza sufrió de lo lindo con Walcott al ponerle Roberto Martinez de lateral. La mayoría de los centrales latics no eran los titulares y se tuvo que improvisar durante los últimos partidos de liga y FA Cup. Algunas veces salen bien, otras son demasiados blandos. Con el segundo gol del Arsenal el Wigan empezó a buscar la portaría de Szczesny, dejando muchos huecos que el equipo de Wenger aprovechó para culminar dos contra golpes más y derrotarlos por 4-1 en el Emirates.

¿Y si no llegan a la final de la FA Cup? ¿Se hubieran salvado? Estoy seguro que la afición no cambía el título de la FA Cup por permanecer otra temporada más en la élite de Inglaterra. Roberto les ha salvado la categoría durante tres años seguidos luchando contra equipos muchísimo más poderosos que ellos, rozando la épica, superandose contra las ventas de sus mejores jugadores y las lesiones inoportunas de jugadores clave. Sabían que algún día tenían que bajar. Pero también es cierto que se han perdido puntos tontos en las últimas jornadas por errores y por el cansancio acumulado de llegar vivos a dos competiciones en esta recta final.

La victoria ayer daba esperanzas para la última jornada de liga: el casi todo. La derrota era el casi nada. Esta FA Cup no se la quita nadie.

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